La serie refleja las vidas de jóvenes aparentemente conflictivos en el entorno educativo y familiar pero, pese a la impresión negativa inicial, la ficción no se recrea en el estereotipo de la 'oveja negra', sino que lo combate gracias al personaje principal, Hugo Ibarra, a quien da vida Daniel Grao. Este profesor arrastra sus propios traumas pero, pese a ellos, vuelca todos sus esfuerzos en enfrentar a los chicos de un instituto a sus demonios, para destruirlos y darles herramientas útiles con las que encontrar el buen camino, su propia vía de salvación.
Padres y adolescentes podían sentirse identificados en algunas de las problemáticas que plantea la serie, pero también el resto de ciudadanos mantenían el interés en esta metáfora de la buena educación que tan necesaria es en nuestras aulas. Por ello, HIT obtuvo el apoyo de la cadena, que complementó la emisión de cada capítulo con un debate posterior sobre las problemáticas que trata la serie. Los buenos resultados de audiencia y crítica hicieron posible la renovación de esta producción de RTVE en colaboración con Grupo Ganga por una segunda temporada apenas una semana después del final de la primera.