Finaliza el rodaje de "Desmontando a Lucía"

Finaliza el rodaje de "Desmontando a Lucía"

Ya ha finalizado el rodaje de la película DESMONTANDO A LUCÍA, el nuevo largometraje de Alberto Utrrera (Yrreal, Impuros), protagonizado por Hugo Silva (Los amantes pasajeros), Susana Abaitua (Patria) Julián Villagrán (Premio Goya por Grupo 7).

El rodaje, se ha desarrollado durante seis semanas entre septiembre y octubre en distintas localizaciones de la ciudad de Madrid y de Las Palmas de Gran Canaria.

La película propone un universo visual propio y reconocible, articulado en tres niveles narrativos: el mundo real (naturalismo expresivo), los recuerdos de Lucía (un homenaje a las películas de Super 8mm) y las fantasías de Simón (una declaración de amor al cine negro y los cómics.

Una historia que se puede enmarcar dentro de un nuevo cine negro con tintes de comedia ácida que plantea al espectador el dilema sobre dónde está el límite de nuestros actos. ¿Justifican nuestras vivencias pasadas los actos futuros?

Escrita y dirigida por de Alberto UtrreraDESMONTANDO A LUCÍA cuenta con Miguel Ángel García (Smoking Club, Sembrando el futuro) como director de fotografía y con Carlos Bonmatí (Obaba, Las 13 rosas, Airbag) como responsable del sonido. Concha Campins (Tregua(s), Cervantes la búsqueda) es la directora de producción. Mariano Martínez es el montador. La dirección de arte corre a cargo de María del Busto (Neverfilms, Pan y Circo). Óscar Guimarey (Palacio Estilistas, Nasdrovia) es el director de vestuario y Elena Castaño es la responsable del maquillaje (El fantástico caso del Golem, Paraíso, Amar es para siempre). Nuño Benito (Yrreal, Bajo la red), se encarga de los efectos visuales y The Lobby firma la música. Carlota Amor, Fede Pajaro y Juanjo Amor son los productores ejecutivos.

DESMONTANDO A LUCÍA es una producción de Garajonay Producciones. Su estreno en cines está previsto en 2024 con distribución de Tripictures.

SINOPSIS

Lucía es detenida conduciendo el coche de su novio Héctor a 200 km/h, aturdida y ensangrentada. Compartía un fin de semana en la playa con él y con Elena, su mejor amiga. Ahora los dos están desaparecidos y Lucía solo recuerda una “pequeña” discusión que terminó con una botella rota en la cabeza de Héctor, pero eso es todo.

Esto complica la vida de Simón. ¿Un investigador privado? No, gracias. Simón prefiere considerarse a sí mismo un simple “perito judicial”. Cuando su socio Óliver, un abogado con problemas económicos a causa del juego, le encarga investigar a Lucía y las desapariciones, Simón no sabe que está a punto de llevar el peritaje a otro puto nivel.

Obsesionado con las películas de cine negro de Bogart, Simón traspasará todos los límites al enamorarse de Lucía, la amnésica sospechosa del asesinato que investiga.